Nota Importante:

Los 3 asteriscos contenidos en algunos capitulos o one shoots, indican: Inicio y Fin de algun recuerdo...

"Un Amor Extrañamente Ideal" Cap.Especial.



-no, Leo suelta eso, los romperás- Leo se la había pasado jugueteando un buen rato con los cordones de mis tenis, al punto de ya casi romperlos completamente.  Se convirtió en una lucha por la sobrevivencia de mis cordones, el jalaba hacia la derecha y yo hacia la izquierda, lo único gracioso de todo esto era la cara que fruncía con cada tirón que daba, se le notaban sus colmillitos. 
-oh, Leo…, eran mis favoritos- finalmente había logrado quitárselos, pero aun así no pude salvarlos, estaban rasgados y babeados.  Obviamente no me servirían así.  Por fortuna había traído otros de repuesto.
-ves lo que hiciste- aludí enfadada, alzándolo y sujetándolo a distancia de mi rostro.  Leo me miraba con cara de inocencia, solo abría y cerraba los ojos; lenta y continuamente. 
Su mirada robo mi enojo y la sustituyo por un rostro sonriente, siempre muy fácilmente, caía en los encantos de esas contemplaciones.
-tienes suerte de ser tan lindo Leo- lo abrace junto a mi pecho y le di un pequeño beso.  Desde muy pequeña, siempre he tenido fascinación y amor por los gatos.  Aunque tengo un mal recuerdo de uno que tuve por primera vez, pero al final, con otro tuve un final feliz.   Fue en mi cumpleaños número 8:  


*** Ese día por la mañana, mi hermana entro a mi habitación y me sorprendió con una gran caja color violeta y un moño sujeto color rosa.
--¡¡Feliz cumpleaños Mar!!-- grito ella extendiendo el regalo en sus manos. No tenía idea de lo que contenía, pero me emocionaba mucho saber.
–anda, ábrelo, se que te gustara-- dijo ella felizmente.  Rápidamente me dispuse a desenvolverlo, procurando no dañar el contenido en su interior.  Metí la mano a la caja sin mirar por dentro para sacarlo, pero fue ahí cuando cometí el más grave error de mi vida.   Al momento de apañar lo contenido de la caja, lo apreté con todas mis fuerzas y lo saque… el resultado: “Un gato demasiado enojado”.  Justamente había sujetado la cola del gato y tirado de ella, eso fue lo que hizo enfadarlo, repentinamente el gato se me vino encima como un loco desquiciado y comenzó a arañarme, afortunadamente todavía me encontraba envuelta dentro de la cama y pude esconderme debajo de las cobijas evitando sus largas y feroces uñas que tenían sed de venganza.  Mi hermana gritaba como loca ya que no sabía qué hacer, porque si se metía a alejar al gato de mi, a ella también se le hubiera echado encima.   Lo único que se le pudo ocurrir fue echarle un cubetazo de agua fría, pero a mí me había tocado también parte de ese baño.  El gato todo empapado, se escabullo por la ventana que estaba abierta y jamás volvió a casa.  Mi hermana se sentía mal por todo lo que había pasado por culpa del “Obsequio”, aunque yo no podría haberle llamado así.  Un regalo nunca ataca a una cumpleañera, a menos que sea un gato loco y desquiciado como ese y que lo hayas provocado como yo.  

Una semana después, mi hermana volvió a comprar un obsequio y lo llevo a casa.
--Mar, a que no adivinas lo que te traje de obsequio-- dijo ella, escondiendo ambas manos detrás de su espalda y parándose justo frente a mí bloqueando el televisor.
--¡¡no será el gato loco ese que hallas ido a buscar verdad!!-- respondí sobresaltada.  El suceso de aquel endemoniado gato aun lo recordaba.
--si es eso, mejor aléjate de mí, no quiero saber más de ese loco maniático-- me escondí detrás del sofá.  En verdad que ese felino había dejado un mal recuerdo en mi vida. Algo que jamás olvidaría.
--no, no es ese gato hermanita, pero si es algo relacionado con mininos-- dijo ella, me miro con tristeza, yo suponía que era por  ver mi rostro de susto y alteración, ya que al verme así, ella se sentía muy culpable debido al asunto del “Mamífero domestico”.   Me sentía yo la más culpable por actuar en ese momento como “La mala hermana”, ella se había esmerado en comprarme nuevamente un regalo y yo rechazándolo.   Hice acopio de valor y me trague mi cobardía.   Salí de mi escondite a recibir el “regalo” y a esperar que este me asesinara al fin.
--ahora no tienes porque meter la mano en ninguna caja, solo le coloque un moño-- dijo ella en un tono de felicidad.
--bueno, eso me relaja un poco, creo-- algo no era del todo bueno, ya que con el gato “Maligno” en el momento que él me ataco, pude salvarme bajo las cobijas, pero con este me encontraba desprotegida.
--¡¡Feliz cumpleaños nuevamente!!-- dijo ella.  Coloco en mis manos al gato; quien tenía un gran moño atado alrededor de su cuello, lo observe muy cobardona sin soltarlo, pensaba en el momento que este me atacaría.  Pero no reacciono negativamente en lo absoluto.  Es más, solo me miraba fijamente como si tratara de leer mi mente o consolarme en lo interior.   Sentí de pronto una gran conexión hacia este felino.   Me sentí tan bien sujetándolo de esa manera sin que hubiera fuerza alguna de su parte.

--¡¡no, no, no y no!! , ese gato se va de aquí--  nuestros padres habían llegado y enseguida, mama se opuso a tener al gato en casa, ya que se habían enterado de lo ocurrido con el anterior felino salvaje.  Yo insistí en todo momento en querer conservarlo, pero ellos se negaron.   Al poco rato ellos cedieron, solo con dos condiciones: “no dejar entrar al gato a nuestra habitación ni dejarlo dormir allí”, temían por mi vida, a que si yo me quedaba en la habitación sola con el gato, este me atacaría sin piedad alguna, pero nada de eso ocurrió.  

Esa misma noche hice caso omiso a las condiciones de mis padres  y deje entrar al gato.  Mi hermana estaba completamente dormida al igual que mis padres.  Yo era la única despierta; no podía dormir.   Salí al balcón a tomar un poco de aire fresco y me senté.   Inmediatamente el felino se acerco a donde yo estaba y se recostó en mis piernas, en ese momento no sabía si correr y dejarlo ahí o simplemente acariciarlo.
-- ¿no serias capaz de hacerme daño verdad?--  acaso estaba loca, preguntándole este tipo de cosas, como si seguramente me respondiera.   En ese momento el solo giro la cabeza para mirarme y seguidamente lamio mi dedo índice.  ¿Acaso había entendido lo que dije?... ¿sería esta su manera de responder positivamente?... lo primero que esperaba era lo peor; pero el solo me lamio.
--sabes, no eres tan malo después de todo.  Perdona por juzgarte mal--  poco a poco nuestra relación se torno mas amistosamente.  Permanecimos un buen rato en el balcón observando las estrellas desaparecer una por una.
-- te llamare Missy--  fue lo último que de mis labios salió.    Ambos nos quedamos dormidos en el balcón sin darnos cuenta.  Missy durmió sobre mi pecho y pude escuchar muy de cerca sus pequeños ronroneos en mi sueño.
A la mañana siguiente mi hermana me despertó muy temprano.
--hey, qué paso, ¿acaso dormiste aquí afuera?--  pregunto ella, justamente pude ver que tenía una cámara fotográfica en sus manos.
-- anoche no podía dormir y entonces Salí al balcón a tomar aire fresco, pero me quede dormida sin darme cuenta--  le respondí
--pero no estuve sola, mi obsequio me acompaño toda la noche--  indique acariciando al minino.
--si, ya veo que ustedes dos se llevan muy bien… por cierto, eso quedara para recuerdo--  dijo.
-- a que te refieres--  ella me mostro  una fotografía que nos había tomado hace un momento a mí y a Missy durmiendo abrazados.  Era lógico que hubiera algo espacial en la fotografía.  Missy había desaparecido aquel horrible mal recuerdo.  Una nueva amistad había florecido.*** 

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