Nota Importante:

Los 3 asteriscos contenidos en algunos capitulos o one shoots, indican: Inicio y Fin de algun recuerdo...

"Un Amor Extrañamente Ideal" Cap3.



--señorita, el desayuno especial está listo-  todo se veía muy delicioso; pasta, ensalada, hot cakes, yogurt,  jugo y lo más importante “el postre”; helado de fresa y chocolate.
--gracias blanca, todo se ve muy suculento-- ella asintió y regreso a la cocina.  Felizmente comencé a comer y a disfrutar de tan rico desayuno.  Me sentía rara en el comedor, ya que era inmensamente grande para mi sola.  Mi abuela aun no había bajado por el desayuno. 
-- buenos días, dormiste bien--  escuche una voz tras de mí, coloco sus brazos en mi hombro y dejo un beso sobre mi cabeza.
--buenos días abuelo, pues, digamos que dormí más o menos bien-- le respondí, llevando a mi boca un poco de yogurt.
--porque, ¿algo te disgusto?, ¿no pudiste dormir? – me miro un poco preocupado…blanca le sirvió una taza de café y se sentó en la mesa a dos sillas de mi.
-- por cierto… que te sucedió en el dedo--  dijo señalando mi vendaje y enseguida dio un sorbo a su café.
--bueno, sobre eso…
ayer tuve un accidente en mi habitación; tropecé con el buro, las cosas se cayeron y un vaso roto causo mi cortada--.
--tuviste mala suerte anoche hija--  dijo, dando otro sorbo al café.
--digamos que no fue mala suerte; sino una bienvenida--  ambos reímos. 

Yo seguí comiendo mientras conversaba con él.   Me era extraño ver que no tomara el desayuno, dijo que nunca lo hacía, ya que jamás le daba hambre por las mañanas.  El café y un pequeño complemento o solo lo primero, era su alimento de todas las mañanas.  Soltó una gran carcajada que por accidente le hizo tirar un poco del café sobre su ropa.   Sacudiendo aquel liquido obscuro de su saco y con una media sonrisa, se levanto de la mesa y subió a su recamara a cambiarse de ropa.   ¿Acaso se reía de lo ocurrido?, era algo absurdo; yo al menos estaría enfadada, pero el solo sonrío como algo gracioso, aunque debo admitirlo, yo también reí. 

-- es algo extraño--  escuche tras de mi
-- ¿qué cosa es extraño?--  aludí con cuestión.
-- eso que sucedió con el señor… sonrió en vez de enfurecer.  En otras ocasiones le ha pasado lo mismo y siempre se enoja, pero esta vez ocurrió lo contrario--  dijo blanca.
-- entonces… ¿todas las mañanas siempre esta de mal humor?--  le cuestione con duda.
-- si, pero hoy por lo que veo está más que contento--  dijo ella en voz baja. 
-- sabe… yo pienso que a lo mejor está feliz porque usted está aquí señorita-- 
Tal vez blanca tenía razón. Mi estancia  aquí podría ser positiva para él.  Hacerle entrar en razón seria mi primera tarea.

-- siento que estas vacaciones aquí seré de gran ayuda--  sonreí, estire mi cuerpo un poco y me levante de la mesa.  Tan solo había comido el yogurt, la ensalada, un hot cake y bebido el jugo.   De la pasta y el helado de fresa y chocolate no probé ni un bocado, ya que por las mañanas no solía injerir demasiada azúcar ni tampoco comer pasta por las mañanas, aunque debía admitir que moría por devorar aquellos deliciosos fideos  blancos, pero iba contra mis reglas del desayuno.

-- no comerá eso!!--
--no blanca, guárdalo para más tarde-- 

Subí a mi habitación por mi reproductor mp3.   Nuevamente regrese a aquella habitación repleta de recuadros y bellos recuerdos.  Volví a mirar aquella fotografía de esa chica, era casi como mirarme a mi misma en el espejo.  Podría ser increíble el imaginarme que ella y yo fuéramos hermanas.  Ni siquiera sé si vive o no.
--vas a salir--  escuche a la abuela tras de mi… deje caer mi mp3.
--me asustaste abuela… si, saldré a correr un poco--  me incline para recoger el reproductor.
--está bien, cuídate--  dijo retirándose…. --Aaahh por cierto, tu abuelo se acaba de ir, me dijo que más tarde vendría por ti.
--se fue??... que vendrá por mi??... mmm… bien, entonces me voy… te veo más tarde abuela.

Salí inmediatamente cerrando la reja de salida.   Empecé a caminar mientras buscaba una buena canción en mi mp3… “Ángel In Disguise”; me coloque los auriculares deleitándome de aquella bella canción por la cual siempre sonreía al escucharla sin importar que la gente me mirase de una forma extraña.
Comencé a acelerar el paso poco a poco hasta trotar sin parar.   Desde el otro lado de la calle, una señora de la tercera edad me saludaba esbozando una gran sonrisa, el cual yo le correspondí de igual manera.

Sin darme cuenta tropecé con alguien, cayendo encima de su cuerpo.  Mi rostro quedo  justamente a centímetros del suyo.  Unos ojos marrones perfectamente delineados y con un deslumbrante centellar penetraron los míos, no sabía si levantarme y disculparme ó  tan solo correr dejándolo solo ahí tirado en el suelo.   Trague saliva de lo nerviosa que me encontraba.   Se diría que demoramos como 2 minutos mirándonos fijamente, sus ojos se le notaban ahora un poco dilatados como los de un gato.   En un momento sentí que mi corazón se aceleraba como si estuviese enamorada.   Pero era algo absurdo el pensar sentir algo de la nada por esta persona, ya que al parecer era una chica. Desperté de mis cavilaciones repentinamente, me percate  de la situación y la manera en la que estábamos.  Me levante y le extendí mi mano para ayudarle, ella tan solo la hizo a un lado y sin ayuda alguna se puso de pie.

--perdóneme señorita, no me fije por donde iba--  dije por lo bajo y con la mirada gacha. Mis mejillas estaban ruborizadas por lo sucedido. 
--que?... me has dicho señorita?…--  dijo ella con enfado.
--si, le pido que me disculpe, es que a veces soy un poco to…--
--y todavía encima lo afirmas--  me arrincono contra la pared en una esquina colocando sus manos en los costados de mis hombros.   Sus ojos enfurecidos y temblorosos eran lo único que podía mirar de su rostro.  Una bufanda cubría la parte de su nariz hacia abajo.   Vestía una chamarra de cuero negra, unos pantalones de cuadros color rojo, una remera negra y unos botines.

--yo… este… debo irme… si no le molesta--  pude zafarme de las garras de aquella chica y Salí corriendo lo más rápido que pude.
--Hey, Tu… espera--  escuche decirle desde lo lejos. 

Aquella chica venia tras de mí.   Sin dudarlo corrí a todo lo que pude, al aparecer ella venia con el fin de matarme.   Me escabullí de entre unos arbustos y mire a través de ellos.   Ahí estaba ella, buscándome por todos lados, mirando de un lado a otro agitadamente.   Finalmente se dio por vencida y se marcho del lugar metiendo su mano derecha en el bolsillo de su chamarra.
Me pare y senté un rato en unas bancas que estaban muy cerca de ahí.   Me sentía demasiado cansada como para seguir con mi ejercicio.

--mmm…--  mire mi mp3. -- tu pagaste por mi estupidez--  se había roto con la caída y eso me dolía, ya que era muy costoso.

Decidí mejor regresar a casa con la abuela.   Obviamente no le diría nada de lo sucedido con aquella chica, la preocuparía demasiado.
En estos momentos me sentía un poco extraña debido a esa chica.    Por mi mente cruzaba aquel pequeño incidente; cuando nuestros cuerpos estaban tan cerca y nuestras miradas tan perdidas entre ambas.
-- esa chica era muy guapa--  me dije en mi mente.
--noo, que cosas dices Mar--  dije sacudiendo mi cabeza.  No podría enamorarme de una persona como esa y menos de una chica.

La entrada estaba despejada al igual que el comedor y la cocina, al parecer la abuela y blanca habían salido.                          Subí rápidamente a mi habitación y me metí a la ducha.
Un buen baño con agua fría despejaría todo aquel mal momento que solo daba vueltas en mi cabeza.   Salí frescamente limpia; cepille mi cabello y vestí con ropa sencilla.

10:30 a.m.
Me recosté en la cama a descansar un rato, prendí el televisor cambiándole a algún canal educativo.    En un instante se me ocurrió pasar mi mano por mi cuello.
--mi collar, mi dije, no está--  lo había perdido cuando tropecé con la chica.  Ni siquiera tuve la mayor intención de volver por el al lugar, obviamente ya no estaría ahí.

No había nada que ver en la Tv, la apague y opté por dormir un poco… 

Y ahí estaba de nuevo… aquellos ojos marrones mirándome en lo más profundo de mis sueños.

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