"Un Amor Extrañamente Ideal" Cap2

-oh dios, estos días he estado un poco torpe- me incline para recoger las cosas que había tirado del buro.

-permítame señorita, yo lo levanto- dijo blanca acercándose hasta donde me encontraba.

 -¡augh!-  un pequeño vidrio del vaso roto, había cortado mi dedo.

-¡dios mío!, señorita se encuentra bien- blanca se alarmo con lo que me había pasado, pero no era nada tan grave como para que actuara de esa manera.

-no es nada blanca, no te preocupes, solo fue una pequeña cortada- a pesar de lo que me había pasado, mostraba a blanca mi dedo índice con la cortada para que se percatara de que no era nada grave, pero aun así, ella mostraba mucha preocupación.    –Voy por el botiquín- … 
-no, espera blanca…blanca- no me escucho y salió rápidamente de la habitación.   Me puse de pie y entre al baño para lavarme la sangre que corría por mis dedos, decía que no era nada grave, pero solo por blanca, no quería darle ninguna preocupación o problemas ahora.    -a decir verdad, si fue algo profunda la herida-  observe la cortada muy detenidamente.   - Creo, que blanca sufrió más que yo por ser la victima de la cortada y de la sangre que salía-.   -señorita rosell, donde esta- ella volvió.

-aquí-…- estaba lavando mi herida-  Salí del baño y repentinamente resbale, dando un muy fuerte azoton.

- ¡señorita!- grito ella sorpresivamente soltando todo lo que tenía en mano y corrió para ayudarme.   Aquí venia mi nuevo ángel guardián.

- A ver, con cuidado, sujete mi brazo-…. – siéntese aquí, mientras empaño el algodón con agua oxigenada para desinfectar la herida-.   –Sí, gracias- respondí con la mirada hacia abajo.

-aghh… arde, arde, arde-

-no, no le sople, es mejor que arda para que se cure más rápido-  tal vez este era mi castigo por causarle problemas y molestias en el primer día.

-te pido me disculpes blanca, mi intención no es causar problemas- mi tono de voz fue un poco bajo en ese instante y ella solo me sonrío.

-si esto es un castigo, bien me lo tengo merecido- finalice.

-¿de qué está hablando?, ¿a qué castigo se refiere?- blanca alzo la mirada y me observo, su rostro  lleno de preguntas.

-no, nada, olvídalo, solo pensaba en voz alta-.

-bueno, ya esta…. Ahora tan solo hay que tener más cuidado la próxima vez señorita Rosell, para ser su primer día, no le ha ido muy bien-.

-sí, tienes razón blanca, apenas llegue y ya tuve quemaduras, raspones, moretones y cortadas… mis abuelos, verlos nuevamente es lo único bueno que me ha pasado hoy… dudas y preguntas en mi mente es lo que me dejo la abuela en nuestra conversación de hace un rato-.

- solo olvide todo lo malo que le sucedió hoy quiere, mañana será otro día señorita-.

-solo espero no estropear también ese día-  exprese, ambas reímos.

-yo me retiro señorita, que descanse-… - oh, se me olvidaba, mañana le preparare un dulce y rico desayuno especial como muestra de bienvenida-

-enserio, pero no tienes que hacerlo, no te molestes- la abuela me había dicho que ella prepara muy rico la comida y con un olor deleitable, que ni el abuelo podría rechazar, ya que él es un poco gruñón cuando se trata de los alimentos.  Pero sería otra molestia más que haría por mí y justo eso es lo que quería evitar, aunque siendo especial no lo rechazare.  –Bueno, está bien, la aceptare con gusto, me despertare muy temprano mañana-

-gracias blanca, igual que descanses- salió de la habitación y cerró la puerta.

Saque del equipaje mis pertenencias y las ordene.   Entre a la regadera y me di un buen baño con agua tibia evitando mojar el vendaje que había hecho blanca.  Al salir procure hacerlo con cuidado para prever nuevamente otro accidente.  Cepille mi cabello con mucho cuidado, ya que no podía hacerlo ágilmente por la cortada que tenía en el dedo me lo impedía.    Finalmente apague la lamparilla y me recosté en la cama, mire la hora en el reloj que estaba sobre el buro “00:35”, mañana tenía que despertar muy temprano; 2 razones: Hablar con mi abuelo y el desayuno especial que me prepararía blanca.

“1:45”… llevaba más de 1 hora tratando de dormir y este no quería ceder.   Giraba de derecha a izquierda sobre la cama  tratando buscar un mejor acomodo y poder dormir… al final me rendí y quede boca arriba observando el techo de la habitación.  Tenía una duda e intriga, que no me dejaba dormir.  Desde aquellas pláticas y conversaciones con la abuela he estado nerviosa y algo curiosa:

*** --es muy amable la chica-- aludí, dando pequeños soplidos al humo del café. – ¿de dónde es abuela?-.

-- bueno, ella es de San Luis Potosí, la conocí allí mismo, en una finca --… -- hace ya más de 3 años que trabaja aquí para nosotros--.

-- pero, ¿y no tiene padres? – cuestione.

--si, alguna vez los tuvo-- dijo dando un suspiro. – Solo que ellos murieron en un accidente cuando ella era muy pequeña--.

--pobre blanca, debió a ver sufrido mucho cuando se entero de lo de sus padres-- musite con pena--.

--si, ella sufrió mucho, pero ya no quiero hablar sobre esto quieres-- finalizo, casi a punto de soltar una lagrima.

--está bien abuela, veo que hablar de ello te pone mal, y es lo que menos quiero hacer-- ya no seguí con el debido tema, notaba que a ella le hacía daño la situación de blanca, me indignaba el saber ¿Por qué?... – ***

Porque la abuela se puso de ese modo con esta plática, de una manera muy curiosa, siento como que ella vincula la situación de blanca, no creo que sea algo personal. Rápidamente me levante y me senté sobre la cama…  Pero…. Que hay cuando le pregunte sobre la foto de aquella mujer:

***-- ¿Quien es ella abuela?--  pregunte un poco confundida.

-- e-e-ella…-- su voz se precisó un poco extraña y su rostro notaba perplejidad.  No hizo más que llevar nuevamente la taza de té a sus labios.

-ella es… la hija de una mis viejas amigas- respondió ágilmente.

-de verdad- dije felizmente, ya que también me gustaba mucho el arte, tenía muchas ganas de conocerla… -mmm- tome el recuadro y lo mire con detenimiento.  – como que ese rostro…. No sé, pero…-  le mostré el recuadro a la abuela y coloque mi rostro sonriente como la chica en la foto a su par.  - se parece a mi abuela, no cree-.

-q-q-que cosas dices niña, claro que no-  respondió con enfado. – Claro que no se parecen, ella tiene muchos defectos- finalizo.

-pero, mira abuela, somos casi idénticas, bueno, excepto por el color de cabello y ojos, pero todo lo demás es igual- insistía con lo de la igualdad, pero ella solo me aludía con enojo, pareciera como si odiara a la chica de la fotografía.

-tu corazón, es una de las cosas que te diferencia de ella- dijo, en su mirada percate un poco de dolor, resentimiento…

-¿mi corazón?- coloque mi mano sobre mi pecho y sentía el palpitar de mi corazón.  – ¿porque mi corazón abuela?-

Me sujeto por las manos y me miro… - porque en el tuyo hay de todo un poco hija: amor, alegría, sentimientos, tristeza, dolor, honestidad… pero sobre todo: amor por tus seres más queridos… todo eso te cabe a ti en ese pequeño espacio… y ella- su mirada bajo hacia la mujer del recuadro.  – ella solo se ama a sí misma, a su orgullo y a su trabajo… ***

La situación de aquella mujer es la que me tiene más curiosa… no es normal que una persona se parezca  mucho a otra  sin llevar la misma sangre… porque mi abuela hablo de esa manera por esa mujer, será como dice ella.   Bueno, en fin, hay muchas cosas por deducir.    Volví la mirada hacia el buro “3:37”, ya era muy tarde y yo seguía despierta.  Entre nuevamente a la cama y me envolví completamente para intentar dormir, aunque tenía estas curiosidades y preocupaciones en mente tenía que intentarlo.  Podría haber jurado que apenas y cerré mis ojos pude hacerme una visión del desayuno especial que blanca prepararía: pasta y jugo.